¿Problemas por bajas laborales fingidas? El absentismo fraudulento tiene un coste para las empresas de cerca de 2.000 millones de euros, a tenor de que 3 de cada 10 son bajas laborales fingidas o exageradas. Así se desprende del informe sobre fraude corporativo publicado por la consultoría Winterman, que recoge también un incremento del 6% en el fraude empresarial en 2016, respecto al ejercicio anterior. Casi 3.400 casos en España han servido de análisis para la extracción de estos resultados.
En concreto, el informe señala que el 67% de los casos analizados de fraude empresarial son de carácter interno, lo que arroja que más de la mitad de los mismos han sido cometidos por personal propio o por empresas proveedoras y subcontratadas. La fuga de información confidencial se lleva la palma, con un aumento del 60% respecto a 2015 (destacar que en el 80% de las ocasiones estaba detrás personal con acceso a los datos). Asimismo, el falso absentismo laboral, uno de los tipos más característicos del fraude empresarial, ha estado detrás del 30% de las bajas, con un coste de 2.000 millones de euros.
El mismo informe refleja también el ascenso del fraude financiero, un 16% más que en 2016. Según concreta, el fraude en banca ha visto crecer sus casos en un 30% respecto a 2015, destacando sobre todo los blanqueos de capitales, los fraudes en transacciones electrónicas y de tarjetas de crédito. Las compañías aseguradoras tampoco se han librado. Reclamaciones fraudulentas por robos, por accidentes, pólizas, indemnizaciones…. han aumentado un 10,8% más en relación al año anterior. (Ver: Las historia más sorprendentes de fraudes a aseguradoras).
Detectives privados para detectar el fraude
Según la consultora, el aumento del fraude en 2016 ha estado ligado a causas como la crisis económica o la baja percepción de riesgo. Por una parte, la fuga de información se ha convertido en uno de los principales puntos de la diana por el crecimiento del valor de la información y la falta de control interno de los datos de la empresa. Por otra, las mejoras en la actividad empresarial han ido vinculadas al aumento del absentismo laboral, con el impacto económico que ello ha supuesto al empresario.
En este escenario, los detectives privados desempeñan un papel fundamental a la hora de destapar estos y otros tipos de fraudes. Por poner sólo unos ejemplos, su labor es clave para revelar la exageración de daños, demostrar bajas fingidas o fraudulentas o investigar fugas de información de empresas. De ahí que en los últimos años hayan aumentado las empresas que recurren a contratar a profesionales como los de Detectib, con delegaciones en Mallorca, Murcia y Barcelona y servicios en toda España.