El acoso laboral o mobbing afecta aproximadamente al 15% de los trabajadores, situándoles en un escenario de riesgos psicosociales que llega a poner patas arriba su salud y su bienestar. El trato hostil o vejatorio al que este porcentaje se ve sometido (últimas cifras facilitadas por la Asociación contra el Acoso Psicológico y Moral en el Trabajo) puede arrastrarles hacia verdaderos problemas físicos y psicológicos, que suelen traducirse en ausencias, incapacidades para trabajar y bajo rendimiento, entre otros. Pararlo no siempre resulta sencillo, como tampoco lo es en ciertos casos demostrar que se sufre de mobbing. En estos supuestos, los detectives privados especializados en acoso laboral físico y/o moral son clave para recoger pruebas sobre las situaciones de acoso en el trabajo.
Las causas que se esconden tras lo que se convierte en una cruzada sistemática y prolongada por parte de uno o varios compañeros de trabajo son muy variadas: motivos personales (odio, envidia), razones profesionales (aspiraciones laborales)… Incluso se dan casos en los que el acosador es la propia empresa, que busca la marcha voluntaria del trabajador para evitar pagarle una indemnización por despido. Sin embargo, éstas y otras prácticas de acoso laboral (agresiones verbales, rumores infundados, sobrecarga de trabajo, tareas imposibles, reducción de responsabilidades…) no suelen realizarse frente a terceros o bien se valen de un cierto hermetismo empresarial como escudo a las demandas por acoso laboral.
Como resultado, la persona acosada en el entorno laboral puede llegar a desarrollar importantes enfermedades como depresión, problemas cardiovasculares, úlceras etc.
El mismo estudio puntualiza que aunque el mobbing afecta tanto a hombres como a mujeres no lo hace de la misma manera, ya que normalmente son las trabajadoras las que sufren más casos de acoso laboral. La problemática está presente en todos los sectores, especialmente en el sector sanitario (alrededor del 40% de los médicos ha asegurado sufrir mobbing en su centro de trabajo,según la Organización Médica Colegial). Junto a estos trabajadores, los profesionales del sector sanitario, servicios sociales, administración pública y educación son los más expuestos a la violencia laboral.
A pesar de que el coste para las entidades suele ser de más de 11.000 euros por trabajador afectado, la mayoría de empresas no dispone de protocolos laborales para abordar este tipo de casos.
Detectives para investigar el acoso laboral
Recabar pruebas fundadas de acoso en el trabajo es imprescindible para presentar una demanda judicial que recoja todos los datos sobre el acosador o los acosadores y refleje las situaciones concretas de vejación. Las técnicas detectivescas para destapar al hostigador son muy variadas y suelen complementarse con la ayuda de la última tecnología. Por ejemplo, los investigadores pueden preparan a la víctima para usar ciertos dispositivos técnicos en la empresa (como micrófonos ocultos) que den muestra del mobbing y que, junto al resto de acciones y del informe del detective, sirvan para que el juez determine la existencia de este acoso.
Hay casos en los que al acosado le puede costar más reaccionar para tomar medidas que pongan el punto y final a estas situaciones. En estos supuestos, se valora la infiltración del detective en la empresa para comprobar de primera mano lo que está ocurriendo y completarlo con otras acciones posteriores.
La cifra es contundente: las falsas bajas laborales cuestan mil millones de euros cada año a la Seguridad Social. O lo que es lo mismo, nos suponen una enorme cantidad de dinero y tomadura de pelo al resto de trabajadores. Y es que en nuestro país más del 20% de las personas que están de baja fingen su estado para prolongar la baja o recibir una indemnización; una picaresca que llega a sobrepasar todos los límites de la imaginación. Entre los casos más sonados, el del hombre que se dejó convencer por su familia para amputarse un brazo tras suscribir hasta 8 pólizas. El defraudador no consiguió su objetivo: cobrar 600.000 euros a partir de esta forma tan fraudulenta como dolorosa.
Defraudadores que trabajan de extranjis en la misma empresa o en otro negocio estando de baja; supuestos afectados que realizan actividades imposibles según su condición (una cojera que se cura de repente para realizar una maratón; una persona impedida por mareos que redondea su nómina como tripulante de barco; otra que no puede moverse pero que es la que más salta en las fiestas…). Las historias de estas estafas son de lo más variopintas, según la experiencia de nuestros detectives privados especializados en destapar bajas laborales fingidas. Lo recordaba Juan Carlos Delgado, Detective Privado y Ceo de Detectib, durante su intervención en el programa televisivo “Viva la Vida”, mientras apuntaba que la finalidad del defraudador suele ser ingresar una paga, estar más tiempo de baja o cobrar doblemente (trabajando en otro lugar).
Las investigaciones de los detectives destapan al defraudador en aproximadamente la mitad de los casos, con el consecuente despedido del empleado. A las aseguradoras les sale bien a cuenta la contratación de un profesional especializado en casos fraudulentos: los seguros reciben un retorno de 48 euros por cada euro que invierten en investigar estafas.
El perfil del defraudador en España
Detectib cuenta con detectives privados repartidos por las distintas provincias, que se enfrentan anualmente a cientos de investigaciones por fraudes laborales encargadas por mutuas y empresas. La experiencia de estos profesionales permite hacer una clara radiografía del perfil del defraudador: persona de entre 35 y 50 años, descontenta con su situación laboral, que se considera mal pagada y engañada por la empresa. Según Delgado, este trasfondo “le lleva a engañar a la entidad como respuesta a sentirse engañado y a crear una profesión paralela que es la del defraudador, con la que en realidad se está burlando de todos. Algunos son auténticos profesionales”.
La labor de los detectives es fundamental para cambiar las tornas del juego. Sin tener en cuenta las cifras del resto de delegaciones, solo el equipo de Detectib Mallorca investigó 776 casos por fraudes laborales en 2018, de los cuales el 80% resultaron ser bajas falsas. Por sectores, los más afectados fueron servicios/hostelería, construcción e industria.
En todos ellos, los investigadores actuaron con una minuciosidad y una discreción exquisita, haciéndose valer de los últimos avances tecnológicos para destapar al defraudador sin ser descubiertos. A las labores de seguimiento y a las tareas de investigación completadas a través de distintas fuentes (redes sociales entre ellas) se sumaron otras más técnicas como la utilización de cámaras fotográficas con wifi para captar las evidencias necesarias.
Las prestaciones por incapacidad laboral permanente son las ayudas que recibe un trabajador que ve disminuida y/o anulada su capacidad laboral sin experimentar ningún tipo de mejora tras el tratamiento prescrito. Gracias a estas ayudas, los afectados se encuentran en mejor disposición de enfrentarse a las reducciones anatómicas o funcionales que aparecen en su vida como consecuencia de un accidente o enfermedad. Sin embargo, el fraude no es ajeno a este tipo de ayudas por incapacidad, por lo que mutuas, aseguradoras y empresas investigan aquellos comportamientos dudosos que podrían ser fruto de un engaño.
La ley General de la Seguridad Social considera que hay invalidez permanente cuando el déficit anatómico (amputación de un miembro, de una parte o la extracción de un órgano) o funcional (pérdida relevante de funcionalidad) es objetivable (demostrable médicamente sin lugar a dudas) y previsiblemente definitivo y grave, hasta el punto de limitar al trabajador en su rendimiento, productividad y seguridad propia y ajena.
En base a ello se definen distintos tipos de incapacidad laboral permanente, cada uno de ellos con unos requisitos y unas cuantías determinadas:
Incapacidad laboral Parcial: el trabajador presenta una discapacidad igual o superior al 33%en el rendimiento normal para su trabajo, sin que ello afecte a la realización de las tareas fundamentales.
Incapacidad laboral Total: imposibilita la realización de las tareas principales de su profesión, si bien no le impide dedicarse a otra actividad distinta.
Incapacidad laboral Absoluta: reconoce que el afectado es incapacidad de desarrollar cualquier trabajo u oficio.
Gran invalidez: el trabajador, además de ser incapaz de desarrollar cualquier profesión laboral, necesita asistencia para realizar los actos esenciales de la vida (desplazarse, vestirse, comer…).
Investigaciones para destapar bajas fraudulentas
Las investigaciones sobre fraudes por incapacidad permanente han permitido destapar muchos casos en los últimos tiempos. Pero, ¿cómo diferenciar si estamos o no ante una baja laboral real? Al margen de los controles médicos que realiza la Seguridad Social, también existen una serie de mecanismos empresariales para determinar y evitar las bajas fingidas. En este sentido, hay que considerar que el engaño no solo afecta a la comunidad en general, sino también al jefe del negocio que, además de buscar a otra persona para cubrir el puesto (si lo hace), debe seguir desembolsando una cuantía económica al trabajador fraudulento. En otros casos, este tema influye incluso en el ambiente laboral de la empresa, ya que el resto de compañeros se ve obligado a asumir las tareas del trabajador que comete fraude.
La ley de los Estatutos de los Trabajadores refleja la obligación del empleado de ser reconocido por los médicos de la empresa. Su negativa a dicha acción puede conllevar la suspensión de su derecho económico. Además, la norma específica que el trabajador no puede realizar tareas incompatibles con su estado de salud, ya sea por cuenta propia o ajena, y que el empresario puede usar todos los medios legales a su alcance para descubrir si su trabajador está realmente de baja.
Uno de los mecanismos más empleados para ello es la contratación de un detective privado para vigilar o controlar al trabajador. La máxima del investigador es aportar las pruebas necesarias sin descuidar la legalidad y los derechos del contratado. En cada supuesto, los profesionales como los de Detectib utilizan unas técnicas distintas, que suelen ir desde el seguimiento y control de las actividades diarias y la relación con el médico firmante de la incapacidad o la baja hasta la recopilación de los testimonios de personas de su entorno, la obtención de pistas en las redes sociales etc.
Para conocer más al respecto, consulta nuestro post sobre cómo detectar una baja laboral fraudulenta y contacta con nuestros detectives especializados en investigación laboral.
¿Cómo detectar los fraudes en una baja laboral? ¿Cómo demostrar esos fraudes del trabajador y evitar que sea un lastre para la empresa? La sombra de lasbajas laborales fraudulentas nunca deja de estar presente. Cada cierto tiempo, los medios arrojan nuevas historias que corroboran una vez más la extendida etiqueta de la picaresca española. Pero aunque todos estos casos parecen estar cortados por un mismo patrón, lo cierto es que no son fácilmente detectados por los compañeros del mentiroso o por su propio jefe. De hecho, la mayoría de estas acciones pasan inadvertidas ante ellos día a día, mientras que otras se intuyen pero no pueden demostrarse. Los empresarios lo saben y, por eso, cada vez más empresas y mutuas recurren a los servicios de un detective privado para destapar con pruebas la baja laboral fraudulenta.
Un trabajador fraudulento puede llegar a costar una suma importante de dinero al empresario, pero también conllevar un enrarecimiento del clima de trabajo. Esto es así porque muchas veces son engaños de larga duración, que crispan el ambiente por la sobrecarga de actividad que normalmente arrastran. En este escenario, el empresario con dudas no puede presionar a su trabajador para conocer el motivo de la baja (la historia médica es confidencial) ni tampoco realizar seguimientos por cuenta propia para descubrirlo. En ambos casos estaría violando el derecho a la intimidad del trabajador.
Detectives para destapar a un trabajador fraudulento
El investigador privado entra en juego para buscar pruebas que sostengan un despido disciplinario, pero siempre actuando conforme a la ley y sin vulnerar los derechos fundamentales del empleado. Las técnicas utilizadas varian en función de cada supuesto, pero en líneas generales consisten en acciones como:
Control de actividades diarias y seguimiento
Relación con el médico firmante de la baja para ver si existe algún vínculo
Estudio de cualquier medio que pueda arrojar pistas, incluso la observación de la actividad en las redes sociales
Testimonios de las personas de su entorno
Datos que pongan en entredicho un estado de salud que impida el desarrollo de la actividad laboral y que, por tanto, lleven a su revaluación
El investigador privado apoya sus descubrimientos en documentos escritos y gráficos que revelen que la intuición del empresario o de la mutua es cierta y sobre todo pueda servir de prueba.
Fingir para cobrar una indemnización o ayudar en el negocio familiar
En los últimos tiempos, los despachos de Detectib, con sede en Mallorca, Murcia y Barcelona y delegaciones en toda España, han experimentado un crecimiento notable de los casos vinculados con esta temática. Entre los más comunes, han sobresalido aquellos relacionados con enfermedades psicológicas como el estrés, la ansiedad o la depresión. Es decir, con aquellas enfermedades más difíciles tanto de diagnosticar como de probar, lo que las ha convertido en todo un caldo de cultivo.
Las razones que en dichos casos han llevado al engaño han sidomuy variadas, desde aquellas relacionadas con fingir accidentes para cobrar una indemnización, hasta las encaminadas a ayudar en el negocio familiar en época de mayor trabajo, a obtener un sobresueldo con otra actividad puntual o incluso a vivir del cuento.
Sea cual sea el motivo, contratar a un detective privado eshoy clave para que el empresario pueda tomar acciones en firme y deje de perder dinero en balde.
El acoso laboral en España es una lacra que, a menudo, se mantiene en un plano secundario. El que lo sufre suele evitar pronunciarse por temor a no tener pruebas suficientes que lo demuestren y perder su puesto de trabajo y sus ingresos. Los efectos de este acoso pueden llegar a ser muy duros sobre la salud psicológica del afectado, creando traumas difíciles de superar que, incluso, con la ayuda profesional pertinente se prolongan durante años.
Hacerle frente tampoco es fácil. Lo primero es identificar que, efectivamente, estamos ante un caso real de mobbing. Lo segundo, asumirlo y empezar a pensar y actuar con racionalidad ante ello: recabar pruebas y obtener muestras de dicho acoso es básico. Cualquier detalle puede ser fundamental a la hora de interpretar si estamos ante un caso de acoso laboral pero es cierto que el que lo padece suele tener las manos atadas para poder conseguir demostrar de forma fehaciente que sufre ese tipo de problemas en el trabajo.
El jefe, un compañero del departamento o un trabajador de un área diferente con el que se comparte un proyecto. El acoso laboral puede ser multidireccional y, a veces, hasta grupal. En los casos en los que son varias personas las que someten a otra a vejaciones en el trabajo, los daños para el protagonista son aún más graves puesto que la sensación de sentirse acorralado es inmensa. Si no se cuenta con apoyos dentro del espacio de trabajo, se hace inviable y de ahí se derivan las bajas, habitualmente tipificadas como bajas por depresión.
Aunque puede parecer un problema aislado y se puede llegar a pensar que jamás se pasará por algo así, son miles las personas que sufren acoso en el trabajo. Sólo en España, según cifras oficiales, el 11 por ciento de los trabajadores confiesan haber sido víctimas de algún tipo de acoso en el ámbito laboral.
En detectib, conscientes de esta problemática, llevamos años trabajando en casos de esta índole con resultados muy optimistas. Nuestro equipo especializado de investigación de casos de acoso laboral trabaja de forma discreta y exhaustiva, con tecnología de última generación y con la mejor de las armas: la paciencia y la observación.
Si crees que puedes estar ante un caso de éstos, ya seas tú el afectado o un compañero, no dudes en contactar con nosotros. Te ofreceremos toda la ayuda disponible y te acompañaremos asimismo durante el proceso judicial si lo hubiera. Consúltanos en el teléfono gratuito 900 600 200 o bien envíanos un email a info@detectib.com. También puedes contactar directamente con nuestros detectives aquí, en nuestra web oficial. Gracias por la confianza.
¿Problemas por bajas laborales fingidas? El absentismo fraudulento tiene un coste para las empresas de cerca de 2.000 millones de euros, a tenor de que 3 de cada 10 son bajas laborales fingidas o exageradas. Así se desprende del informe sobre fraude corporativo publicado por la consultoría Winterman, que recoge también un incremento del 6% en elfraude empresarial en 2016, respecto al ejercicio anterior. Casi 3.400 casos en España han servido de análisis para la extracción de estos resultados.
En concreto, el informe señala que el 67% de los casos analizados de fraude empresarial son de carácter interno, lo que arroja que más de la mitad de los mismos han sido cometidos por personal propio o por empresas proveedoras y subcontratadas. La fuga de información confidencial se lleva la palma, con un aumento del 60% respecto a 2015 (destacar que en el 80% de las ocasiones estaba detrás personal con acceso a los datos). Asimismo, el falso absentismo laboral, uno de los tipos más característicos del fraude empresarial, ha estado detrás del 30% de las bajas, con un coste de 2.000 millones de euros.
El mismo informe refleja también el ascenso del fraude financiero, un 16% más que en 2016. Según concreta, el fraude en banca ha visto crecer sus casos en un 30% respecto a 2015, destacando sobre todo los blanqueos de capitales, los fraudes en transacciones electrónicas y de tarjetas de crédito. Las compañías aseguradoras tampoco se han librado. Reclamaciones fraudulentas por robos, por accidentes, pólizas, indemnizaciones…. han aumentado un 10,8% más en relación al año anterior. (Ver: Las historia más sorprendentes de fraudes a aseguradoras).
Detectives privados para detectar el fraude
Según la consultora, el aumento del fraude en 2016 ha estado ligado a causas como la crisis económica o la baja percepción de riesgo. Por una parte, la fuga de información se ha convertido en uno de los principales puntos de la diana por el crecimiento del valor de la informacióny la falta de control interno de los datos de la empresa. Por otra, las mejoras en la actividad empresarial han ido vinculadas al aumento del absentismo laboral, con el impacto económico que ello ha supuesto al empresario.
En este escenario, losdetectives privados desempeñan un papel fundamental a la hora de destapar estos y otros tipos de fraudes. Por poner sólo unos ejemplos, su labor es clave para revelar la exageración de daños,demostrar bajas fingidas o fraudulentas o investigar fugas de información de empresas. De ahí que en los últimos años hayan aumentado las empresas que recurren a contratar a profesionales como los de Detectib, con delegaciones en Mallorca, Murcia y Barcelona y servicios en toda España.