Vivimos en un mundo en constante innovación. Se han creado todo tipo de herramientas digitales, hasta el punto en el que se reconoce cuándo una imagen ha sido editada. Esto le da poca cabida a las personas que usan software para falsificar pruebas. Hoy en día, es fácil usar conversaciones de Whatsapp como prueba en juicio, y aquí te enseñaremos cómo hacerlo.

¿Es legal usar las conversaciones de Whatsapp como prueba en un juicio?

Whatsapp es una forma perfecta de evidencia, que puedes aportar a un proceso judicial. Actualmente, todo está en las redes sociales. Pasamos más tiempo hablando con alguien por teléfono de lo que lo hacemos en frente.

La digitalización de las relaciones ha hecho que los tribunales admitan como prueba los mensajes de Whatsapp. Sin embargo, el principal problema no es la legalidad del acto. Sí que se puede, y bajo ninguna condición. El único problema es cómo hacer que esta prueba sea válida en un tribunal.

Claro, no puedes presentar cualquier mensaje, así como así, y acusar a alguien de que te ha hecho alguna maldad o de que te ha amenazado. ¿Cómo podemos saber que no es una persona diferente que ha hecho un complot contigo? La mayoría de las barreras en este proceso se encuentran en la validez. Al igual que las fotos, las conversaciones son fáciles de falsificar.

Razones por las que debes usar conversaciones de Whatsapp como prueba en un proceso judicial

Una conversación de Whatsapp puede ser la prueba definitiva que te ayude a defender un argumento. Desde las horas de conexión, hasta el contenido escrito en los mensajes pueden ser usados para indicar algo. Claro, siempre y cuando todo tenga sentido. A continuación, te mostraremos cómo puedes usar las conversaciones de Whatsapp como prueba en un juicio, y que el contenido de estas sea tomado como válido.

Cómo hacer válida una conversación de Whatsapp a los ojos del juicio

No manipules los archivos

Como te hemos dicho anteriormente, los archivos digitales hoy en día son fácilmente manipulables. Eso hace que cualquier persona pueda crear su propia prueba falsa y defenderla como verdadera ante un tribunal. Siempre que uses los Whatsapps como prueba, intenta que sea lo más auténtico posible.

Imprime las conversaciones

Aunque suene como algo loco, no te van a aceptar un mensaje digital, visto en tu móvil. Las conversaciones deben ser impresas desde el aparato en el que sucedió la conversación. Sin embargo, la autenticidad en este caso puede ser cuestionada. Por esto, te recomendamos pedir ayuda.

Pide a un informático que verifique la autenticidad de las pruebas

El périto informático es una persona que se encarga de analizar desde el punto de vista legal, un archivo. Esto le da la capacidad de verificar la autenticidad de las impresiones, así como confirmar el origen de tu conversación de Whatsapp. Esta persona puede, fácilmente, identificar una falsificación. No lo intentes. Al igual que el proceso de análisis de huellas dactilares, el análisis de impresiones es bastante complejo.

Obtén los mensajes de forma lícita

La obtención de mensajes mediante una invasión a la privacidad de alguien más es un delito. Es importante que todas las pruebas que obtengas sean, a lo mucho, del teléfono tuyo o de un conocido. Todas las pruebas deben ser obtenidas legalmente. Si presentas una conversación que no está en tu móvil, sino en el de alguien que no te ha dado permiso, lo más probable es que seas tú el llevado a juicio.

No muestres contenido ambiguo o que se pueda malinterpretar

El tribunal quiere saber poco acerca de las conversaciones. Necesitas que, leyendo la primera vez, todas las personas identifiquen la conversación. No se vale nada sacado de contexto, ni mensajes que pudieran malinterpretarse por falta del mismo.

Detectib es un despacho de investigación ubicado en España que se compromete con la seguridad de todos sus usuarios. Contamos con gran experiencia en el ámbito judicial, y podemos ayudarte a hacer lo más relevante posible, todas las pruebas que presentes a modo de mensajes de Whatsapp. Contáctanos y conoce todos nuestros servicios.