Seleccionar página

Uno de los mayores miedos de quienes tenemos hijos en edad adolescente o incluso jóvenes en la sociedad en que vivimos es que caigan en las manos equivocadas. Es lo más habitual del mundo que los padres y familiares cercanos seamos los últimos en enterarnos de los problemas de nuestros hijos, y es que la distancia generacional, por mucho que uno se esfuerce, es una losa muy pesada.

Nos encontramos en un momento en que, el ser humano busca, como lo ha hecho siempre, a determinadas edades, su camino en la vida, y tropieza y se equivoca, y normalmente aprende. Sin embargo hay quienes aprovechan esos momentos de debilidad e incertidumbre vital para apoderarse de lo que más queremos sin ningún escrúpulo.

Llevados por la maldad más absoluta, por los delirios, fanatismo, por locura, por enfermedades mentales no diagnosticadas, egolatrías, pero casi siempre con un trasfondo económico, ciertas personas lavan el cerebro de los más frágiles y acaban, sin saber cómo, dentro de una secta de la que no pueden (e incluso no quieren) salir.

El trabajo del detective privado: localizar y sacar a nuestro familiar de una secta

Este tipo de organizaciones, generalmente fundamentalistas de cualquier tipo de idea absurda,  son sumamente peligrosas y pueden provocar la destrucción completa de la libre voluntad de las personas que caen bajo el control de su poder.

Todas ellas son destructivas y peligrosas y neutralizan la personalidad y voluntad de sus adeptos para utilizarlos a su antojo, alejándoles de todo lo que representaba anteriormente su vida, tanto personal como profesional, y por supuesto, familiar.

El trabajo del detective puede iniciarse en dos momentos concretos: el primero cuando tenemos sospechas porque hay un importante cambio de comportamiento y costumbres, pérdidas importantes de dinero, secretismo y aislamiento para averiguar qué es lo que está pasando.

En este momento, como actuamos preventivamente, es mucho más sencillo evitar perder a nuestro familiar de un modo mucho más grave, y tomar las medidas psicológicas e incluso legales para recuperarlo.

En un segundo momento, es cuando tras haber desoído (o simplemente cuando no hemos sido conscientes) y nuestros familiar ha desaparecido acompañado de esos nuevos amigos que había adquirido recientemente. No sabemos dónde está ni con quien. En el mejor de los casos, sabremos que se ha marchado “voluntariamente”.

En el peor de los casos, desconoceremos incluso si la desaparición ha sido en involuntaria. Pero en cualquier caso, el reguero de sufrimiento que queda tras de sí en la familia es muy difícil de sobrellevar, y por eso necesitamos la ayuda de profesionales.

En Detectib, llegados a este segundo punto, estamos especializados en la búsqueda de personas y contamos con los medios adecuados para alcanzar la verdad de dónde se encuentra su familiar.

Contamos con los medios técnicos y personales para rastrear movimientos bancarios, seguimiento de llamadas y mensajes de móvil, ciber investigadores que detectarán y pueden acceder y seguir mensajes de correo electrónico, redes sociales etc. Todo lo que nos pueda dar un hilo del que tirar para conseguir la ubicación actual del desaparecido.

En estos casos, la rapidez y eficacia son especialmente importantes a la hora de obtener evidencias de tal situación con el fin de ayudar a la persona y en el caso de menores de edad, habrá que asesorar y acompañar a los familiares en todo el proceso judicial y policial para proceder de forma conjunta.

En Detectib, utilizaremos la experiencia contrastada en el área de localización de personas y  el empleo de la mejor tecnología para documentar física, y videográficamente la situación en que se encuentra el desaparecido.

En el caso de mayores de edad, el objetivo es aclarar de una forma directa y contrastada la ubicación y situación en la que está viviendo la persona que se busca, el tipo de relación que tiene con el grupo sectario y documentar si hay indicios o pruebas de prácticas ilícitas o si pudieran estar reteniéndole en contra de su voluntad.

Con la información y documentación obtenida, se orientara jurídicamente a los familiares acerca de si cabe la intervención policial o no, y en cualquier caso, los familiares y amigos podrán tomar todas las decisiones oportunas acerca del problema.

Una vez se identifique la estructura de organización, la personalidad e identificación del líder, el tipo de secta con la que nos encontramos, y  todas las circunstancias relativas a la misma, es el momento de tomar decisiones. Sin un pleno conocimiento de la realidad a la que nos enfrentamos es inviable tomar medida alguna.

La pertenencia a una secta, especialmente en mayores de edad a los que se les presupone una “capacidad” de obrar conservada, no está tipificado en la legislación penal española pero sí las consecuencias.

Es decir, algunas de las conductas que puedan ser consecuencia de esta pertenencia si se demuestra que ha habido coacción de algún tipo, o que falta alguno de los elementos esenciales de la voluntad (por ejemplo, por ese lavado de cerebro).

En el caso de menores de edad, conocemos casos, porque han sido muy llamativos públicamente en los que el beneficio que buscan los líderes no es tanto económico (aunque también) sino sexual, y en ocasiones, de ambos tipos, llegándose a conductas de proxenetismo y abuso de menores mediante la estructura sectaria.

En Detectib estamos preparados incluso para la infiltración si fuese necesario para obtener los datos y las pruebas oportunas para sacar de allí a quienes, bajo la falsa creencia de conservar su libertad, la han entregado en manos de indeseables.

Entrar de lleno en una secta supone la destrucción de la voluntad y la capacidad crítica del individuo, quien deja de ver la realidad como es para vivir una realidad falsa a través de los ojos del grupo.

Por eso es tan importante llegar cuanto antes a la situación de origen, averiguar y poder sacar al familiar de ese entorno, con discreción y eficacia, ya que cuanto más tiempo pase más difícil será extraerle de allí y “deshabituarle”.

Ante cualquier duda o indicio, ante cualquier cambio extraño de conducta, debes pedir ayuda porque cuanto antes se inicia la investigación será mucho más factible para la obtención de pruebas, con un seguimiento adecuado y una mayor capacidad de actuación por parte del detective; para conseguir actuar antes de que sea demasiado tarde.