La XXIV edición del Concurso Sectorial de Detección de Fraudes, organizada por Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras (ICEA), vuelve a dejarnos un año más tentativas sorprendentes de estafas al seguro. Relatos tan inverosímiles que no solo ponen de manifiesto una creatividad de engaño sin límites, sino también el buen resultado de invertir en investigaciones para destapar fraudes. Si hace poco te contábamos que las compañías reciben un retorno de 48 euros por cada euro invertido en la investigación de estafas, hoy queremos que conozcas tres de los casos de esta índole más llamativos que fueron destapados el año anterior. Unas historias de estafas con premio, que se añaden a la lista de engaños inverosímiles contra las principales compañías españolas.
Pelayo: ¿Quién choca realmente?
Un conductor sevillano relata a la compañía Pelayo que su coche -estacionado en la calle- ha sido golpeado por un vehículo que se ha dado a la fuga. Según él, un vecino le ha informado de los hechos, que acarrean unos daños de más de 3.500 euros. El vehículo, de color blanco, presenta una fuerte colisión en la parte frontolateral derecha y sobre el escenario se detectan fragmentos de plástico rojo y una “S” presuntamente desprendida del coche huido. El perito determina el modelo y marca del otro vehículo, pero además descubre que el pretensor del cinturón de seguridad del conductor del coche blanco estaba activo; algo extraño cuando teóricamente el vehículo estaba estacionado sin conductor. Las pesquisas en talleres de la zona determinan que el coche presuntamente afectado era en realidad responsable de la colisión de tres vehículos.
Caser: Barco de pesca hundido jamás encontrado
Un empresario indica a la compañía que su barco, asegurado 5 meses antes, se había hundido en la costa de Cádiz. La desconfianza aparece desde el segundo uno: la embarcación no activó las señales de alarma; un buque de su propio sobrino realiza el rescate; y el pesquero acababa de solicitar navegar 20 millas más adentro de lo que lo hacía habitualmente (una zona poca transitada y, por tanto, con menor posibilidad de testigos). La aseguradora utilizó incluso a expertos del Ministerio de Fomento para localizar el buque, nunca encontrado. Aunque el empresario reclamaba a Caser la cantidad de 325.000 euros por el suceso, el juez determinó que su relato era inverosímil, tal y como desde el principio aseguró la compañía.
Generalis/Axa: Un perjudicado con disparos en las manos que conduce 16Km
Un hombre de origen venezolano decide hacer una visita con su mujer a su país de origen. Antes de ello, contrata 5 seguros de vida y accidente con unos capitales asegurados muy altos. Su mujer, sin embargo, suscribe únicamente un seguro de accidente de menor cuantía para realizar el desplazamiento. Unos días después de pisar Venezuela, la pareja asegura haber sido atracada a punta de pistola durante un trayecto en coche. Durante el forcejeo, cuentan, se dispara el arma de uno de los delincuentes, causándole al joven la amputación de varios dedos y daños importantes en las palmas de las manos. El asaltado ya nunca podrá volver a ejercer de instalador de aparatos de aire acondicionado y servicios de fontanería, ya que los daños le causan una incapacidad permanente total.
Sin embargo, no hay documentación acreditativa sobre los hechos, la descripción del forcejeo implicaría más disparos en otras zonas del cuerpo y el lugar del atraco no acaba de cuadrar en la mente de los peritos. Todo ello sin tener en cuenta que el hombre asegura haber conducido 16km para llegar a un hospital. Un juez decretó finalmente que los hechos no estaban suficientemente acreditados. Esto hizo que Axa ahorrara más de 700.000 euros y Generalis más de 270.000 euros, si bien otras compañías sí indemnizaron al sujeto en un proceso que duró 7 años.
Las compañías que han sido distinguidas por destapar estas historias de estafas con premio son reconocidas por su labor para detectar y combatir fraudes que, según insiste ICEA, acaban perjudicando a los asegurados y a la sociedad en general.
Tal y como ya te avanzamos en Detectib, las investigaciones de las aseguradoras descubrieron un total de 165.959 tentativas de fraude en 2017, según un estudio de ICEA realizado con los datos de 38 compañías de seguros representativas del sector. Muchos de estos engaños fueron destapados con la ayuda de investigadores privados, especializados en realizar pesquisas sobre fraudes y elaborar informes con validez jurídica.