Llama una mujer desde Barcelona. Sospecha que el hombre con el que mantiene una relación desde hace un año y medio le miente. Desde el primer día le dijo que estaba separado legalmente y que vivía solo. En realidad, ella cree que sigue con su esposa.
Él vive en Mallorca, de unos 55 años de edad, empresario, con buena posición social y económica. Ana (nombre ficticio) vive en Barcelona. Es funcionaria, educada, culta, de mediana edad. Se ha decidido a dar el paso y ha buscado un detective en Internet. Llama a Detectib.
Decidimos que el operativo empiece cuanto antes. No puede vivir más con esa incertidumbre. Me envía fotos, direcciones, contactos, etc. El primer día le esperamos en la sede de su empresa. Llega solo, a las ocho en punto abre las puertas de su empresa. Poco a poco llega el resto de trabajadores. Durante toda la mañana permanece en su despacho hasta la hora de comer. No podemos seguirle porque nosotros vamos a pie y él coge un coche, así que decidimos visitar la primera de las direcciones que tenemos como domicilio para ver si está. Negativo. Allí no vive. ¡Seguro!
Lo damos por perdido y esperamos al día siguiente. Hacemos el mismo operativo pero esta vez nos preparamos para evitar perderlo y cuando sale de su empresa le seguimos hasta su casa. Vive en una urbanización de clase media alta de los alrededores de Palma. No nos consta ese domicilio en la información que se nos ha facilitado. Esperamos pero no hay movimiento. Su buzón esta vacío. Alguien ha recogido las cartas y él no ha sido porque lo hubiéramos visto. Ana me llama y me informa que le le ha dicho que irá al cine solo un poco más tarde. Es hora de pasar a la acción.
Vamos a ver con quien vive, si es que vive con alguien. Le pregunto a una vecina extranjera con una milonga que me invento pero creíble. No tiene idea. Le pregunto a otra vecina con la que me cruzo y curiosamente se trata de su mujer. Invento algo sobre la marcha y pongo a grabar mi cámara oculta. A los dos minutos aparece él. Ambos se suben en su coche y ponen rumbo al cine. Cogidos de la mano entran en la sala. Esperamos una hora y media y volvemos a seguirles hasta su casa. Los dos entran y ponemos fin al operativo.
Al día siguiente llamo a Ana. Lo siento. Tus sospechas se confirman. Te envío el vídeo y las fotos de la investigación. Es un momento difícil. Espero que lo superes pronto. Un año y medio de relación es mucho tiempo. ¡¡Animo y suerte!!