Recientemente hemos conocido que la investigación de un detective privado ayudó a destapar que el gerente del Zoo de Madrid había estafado a la empresa más de un millón de euros con la venta de entradas falsas al parque, cuyo importe iba a parar a su propio bolsillo. Noticias como éstas nos demuestran, día tras día, cómo la colaboración de los investigadores privados puede ayudar a las empresas a poner punto y final a las estafas internas.
En el caso del Zoo de Madrid, el gerente del mismo estaba supuestamente compinchado con uno de los empleados, el cual tenía conocimientos de informática que les ayudaron a cometer la estafa. Estas personas habían instalado un sistema en una de las taquillas que permitía que todo el dinero que se obtenía con la venta de las entradas fuera a parar directamente a una cuenta del gerente.
Desde esta taquilla se emitían unas entradas falsas que pitaban cuando los usuarios trataban de pasar por las puertas de entrada al zoo. No obstante, el gerente había dado la orden a los empleados de que dejaran pasar a las personas a pesar de que el lector de la entrada no reconociera la entrada. De esta manera, se calcula que ambos cómplices estafaron al Zoo de Madrid más de un millón de euros.
Muchas empresas y organizaciones sufren todo tipo de estafas dentro de sus propias filas. El problema es que no es tan fácil demostrar que se está siendo estafado. Los detectives privados tenemos una formación específica que nos capacita para realizar todo tipo de investigaciones de estafa dentro de una empresa.
Además, en el caso de que una empresa decida emprender una investigación de manera particular debe tener en cuenta que puede que tenga problemas para presentar ante un juez las pruebas que obtenga. Por ello, lo mejor en este tipo de situaciones es siempre recurrir a detectives privados profesionales.